Nació en el municipio de Belén, actual Colombia, el 20 de octubre de 1807. En 1819, se sumó al ejército de Simón Bolívar como cuidador de caballos cuando este arribó a su poblado natal. En la noche del 7 de agosto de 1819, luego de la derrota de las tropas españolas en la batalla de Boyacá, el comandante del ejército español José María Barreiro se ocultó junto a otro oficial bajo unas rocas en inmediaciones al río Teatinos. En este lugar fue descubierto por Martínez y un soldado apodado Negro José. Ocurrió un enfrentamiento donde Barreiro fue herido con una lanza y capturado por Martínez, mientras el otro oficial murió a manos de Negro José.
Por esta captura fue compensado con la suma de cien pesos y ascendido a Sargento por Bolívar. Tras culminar la guerra de Independencia, fue retirado del ejército y regresó a su población natal donde desempeñó los oficios de leñador y carguero hasta su muerte en 1885. En 1880, el Congreso de Colombia por medio de la ley 93 reconoció su hazaña y le asignó una pensión de 25 pesos, la cual recibió en una sola oportunidad por lo dispendioso del viaje entre Bogotá y Belén.
Lo que más se resalta de el es su ética y que era muy justo.